domingo, 8 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 13- ANDY




- ¡Te quiero, joder!
La tengo ahí, enfrente mío, a centímetros de mi, quiero abrazarla, besarla, pero lo único que hago es quedarme plantado ahí, mirándola embobado. Quiero que reaccione, que deje de mirar al suelo después de lo que le acabo de decir. Pero solo se oye el ruido de nuestras respiraciones.
- Sally por favor, di algo. - Le tomo de la barbilla y le levanto el rostro obligándola a que me mire a los ojos.
- Yo, eh, yo...
Sally me da la espalda, mientras mueve nerviosa las manos. No consigue artícular una frase tan siquiera.
-Te quiero, eso es lo único que sé, quiero acariciarte, abrazarte, sentirte, quiero ser la razón por la que sonríes, él que te enfade y te quite el enojo a besos, hacerte reír cuando estés triste, cuidarte, que vivamos en una burbuja donde solo seamos tu y yo. Pero eso es imposible realizarse si dos no quieren. Sé que algo sientes por mí, pero estás confundida. Sally, gracias a ti me he vuelto más seguro de mi mismo, he aprendido a no darme por vencido fácilmente, a luchar por lo que quiero y pienso luchar por ti hasta el final. Pienso ganarme tu amor y confianza a pulso, pero necesito una motivación, un incentivo para que todo mi esfuerzo no sea en vano. Sally mírame a los ojos.

Me acerco a ella en dos pasos, la giro con suavidad obligándola a mirarme fijamente a los ojos. Está llorando y no puedo evitar estrecharla entre mis brazos, sus lágrimas me mojan la mejilla.
-Joder Andy, no me hagas esto. Me encantaría estar contigo, pero ahora Dani me necesita y no puedo dejarle. Que todo lo que me has dicho es precioso.
-¿Me quieres?, solo dime eso.
La tengo a centímetros de mi y puedo oler su colonia de vainilla.
-No, no te quiero, no siento nada por ti y jamas lo haré. En todo este tiempo solo te he estado utilizando para así darle celos a Dani. 
-Tu boca dice una cosa, pero tu cuerpo dice otra cosa. 
Se ruboriza y mira al suelo con las mejillas encendidas y así, se ve preciosa, es tan hermosa cuando se ruboriza...
La acerco un poco mas hacia mi, puedo oír su respiración agitada, nuestras narices se rozan y su boca esta a escasos milímetros de mi boca. Quiero besarla, tiene unos labios carnosos y rosados. La miro a los ojos y es como si me suplicara que no lo haga, pero tampoco hace ningún ademan de que no quiere, no forcejea ni nada. 
En el fondo se que quiere que lo haga, lo desea tanto como yo. Pero también es consciente de que a unos escasos metros de nosotros, esta su novio postrado en la cama. 
La suelto, ahora puede irse sin que se lo impida, pero no lo hace y yo tampoco me muevo. 
-Lo siento, Andy...
Y se aleja por el pasillo, mis ojos la siguen y justo cuando ha llegado a la puerta de la habitación en la que se encuentra Dani, se gira y me mira. 

sábado, 6 de abril de 2013

CAPÍTULO 12 - SALLY



Tienes un minuto, quiero hablar contigo.
-Si claro díme.
   -Sino te importa prefiero que sea en persona.
-Vale, a las seis en la plaza.
   -Hasta luego.


-Hola.
Estoy cansada, un poco enfuruñada. 
-Hola, huumm... ¿Qué tal?
 -Bien, ¿qué era eso de lo que querías hablar conmigo?, no tengo mucho tiempo.
   -Más bien eeemm... te quería eemm... enseñar una cosa, -.
Saca de la funda la guitarra, le echo una mirada de aspiración, acompañada de unas palabras que le podrían quitar toda la ilusión y las ganas que tenia de contar algo a cualquiera. 
    -Si quieres que escuche una canción que acabas de ensayar, olvídalo, como ya te dije no tengo tiempo. Si supiera que era por eso, creemé que no hubiera venido.

Le veo irse, con su guitarra a cuestas y cabizbajo. Se que he sido dura, quizás mucho y el  no se lo merece. Quiero correr a buscarlo y que me cante esa canción. Quiero escapar de todo eso, y perderme o esconderme por un tiempo para olvidar todo esto. 
Mi cabeza está en un dilema, ¿corro y voy a buscarlo o le dejo ir?. Una parte de mí siente algo muy raro, difícil de explicar por el. No se si eso estará bien. 
Tarde, ya es tarde para ir a buscarlo, algo dentro de mi se relaja, parece aliviado de que no allá corrido a buscarle, de que no haya dado un paso que pudiera haber cambiado mucho las cosas. 
Desenredo el camino tomado, pero esta vez de vuelta a casa, perdida, confusa. 
Quizás eso sea lo mejor para los dos. Noto en su mirada, la forma de ser conmigo que puede que sienta esa cosa rara difícil de explicar por mi al igual que yo por él. Si estoy en lo cierto y no me equivoco, es lo mejor para los dos. 


-Sally cariño, ¿dónde estabas? 
-Dando una vuelta.
-Podrías haber avisado.
-¿Qué pasa, no puede una salir a dar una vuelta tranquílamente sin que le molesten a la vuelta? solo he tardado tres cuartos de hora
-Estas insoportable últimamente, no se puede hablar contigo.
-¡¿Insoportable?!, te equivocas, estoy harta de todo y de todos, ese es mi problema.-
 Me voy a mi cuarto. 
Subo las escaleras corriendo, no se que me pasa. Las lágrimas se asoman por mis ojos y les doy vía libre, noto como bajan por mis mejillas. Son incontratables. 
Necesito a Cloe, ella sabe como ayudarme cuando estoy mal. Pero cuesta coger el móvil para llamar a esa mejor amiga, de la que has estado pasando todo este tiempo, solo porque necesites que te consuele, que te ayude, te apoye y te diga que todo esto pasará, y ella estará ahí siempre. Cuesta marcar ese número que tan bien te sabes. Y saber que si se enfada, o no quiere, la culpa la tienes tu y solo tu. No es posible ignorar a una persona todo este tiempo, y pretender que las cosas vuelvan como antes sin más, sin haber echo nada. Eso cuesta y lo sé. 
Pero también sé, que Cloe estará ahí, a pesar de todo. Que si la llamo vendrá, pero hasta para eso soy cobarde. No quiero que venga porque me daría vergüenza, y sabría tan bien como ella, que es por egoísmo, que la quiero aquí ahora por eso mismo.
   









-¡Mamá! me voy al hospital a ver a Dani.
Un nuevo día. Ayer no fui capaz de realizar la llamada, soy cobarde, lo sé, lo sabemos.

-Hola Dani. 
Se que no puede oírme, ni verme, y en el hipotético caso de que me oiga, sería como en sueños. Pero me siento bien hablando con el, aunque el no me responda. Puedo contarle too lo que siento, lo que me pasa. Parecerá absurdo, quizás loco. 
Me acerco a el, se ve como un ángel así dormido, mis manos se posan en su cara, acariciando ese precioso rostro. Mis dedos rozan sin querer sus labios y siento una especie de cosquilleo, no sabría como explicarlo. Cuantas veces habré soñado de pequeña con el, siempre me ha gustado, desde pequeña. Me sentí la persona más feliz del mundo aquel día en el que empezamos a salir, pero luego las cosas se estropearon, fue cambiando. 
Me doy la vuelta y ahí está el, de pie, con una rosa en la mano. Siento mis mejillas ardiendo, y para disimularlo, miro de nuevo a Dani.
-Hola. 
-Hola, ¿qué haces aquí?
-Quería hablar contigo, me imaginé que estarías aquí. -Se acerca a mi y me agarra del brazo, de manera delicada. -Sally, lo necesito enserio, necesito hablar contigo.









martes, 8 de enero de 2013

CAPÍTULO 11 ANDY

Llevaba días pensando en Sally, ocupaba la mayor parte de mis pensamientos. Sabía que estaba saliendo con Danny y eso me dolía. Pero también era consciente de que algo no iba bien. Por mucho que ella se negara a reconocerlo y a contestar otra cosa que no fuese ese escueto "bien". En el poco tiempo que llevaba ahí, había pasado mucho tiempo con ella. Se había distanciado mucho de Max y Cloe desde que empezó a salir con Dany, pero yo había hecho lo imposible para conseguir ganarme su confianza. No podía perderla. Desde el primer día en que nuestras miradas se encontraran, me di cuenta de que no podía dejarla y tampoco quería.
La quería y eso era lo único que sabia. ¿El motivo?, no sabría que decir.
Llevo unas horas con el libro que me acabo de comprar, leo, pero no me concentro y decido cerrarlo.
Me levanto de la cama y cojo el portátil y vuelvo a ella. Entro a Google buscando que se yo... y me encuentro con:
"One Direction estrena álbum nuevo, Take Me Home,  que ha arrasado en tan pocas horas con su tema Live While We´re Young, los 4 ingleses y el único irlandés, han conseguido vender millones de copias en tan solo unas pocas horas".
Voy a Youtube y busco su nombre y el de la dichosa canción. La verdad es que cantan muy bien. Justo cuando estoy a punto de salir de ahí al escuchar la canción, veo un comentario de una chica que dice que ese tema se queda corto comparado con Little Things.

 De nuevo busco la dichosa canción por curiosidad. La verdad que la chica tiene razón, me digo a mi mismo. Es perfecta para una chica.
Decido coger mi guitarra y cantarla haber como me queda. Y en medio de la canción entra mi tía. Y se queda en medio de la puerta en silencio hasta que acabo de tocar.
   -No sabia que tocaras y cantases tan bien.
   -Bueno, no te pases que no lo hago también, y sobre todo cantar.
   -No seas modesto, cantas muy bien. Bueno, pero para quien es esa canción tan bonita.
   -Para nadie, lo acabo de escuchar en Youtube y decidí cantarla haber como me quedaba. -Mi tía se echa a reír y yo me sonrojo.
Quizás tenga razón, cuando la estaba tocando solo pensaba en Sally.
  -Se que es para alguna chica, se te nota en la cara. Hay la juventud de hoy en día         -suspira-. Venía a  avisarte que ya es hora de comer, venga apaga eso y vamos a comer.








    -Tienes un minuto, quiero hablar contigo.
-Si claro díme.
   -Sino te importa prefiero que sea en persona.
-Vale, a las seis en la plaza.
   -Hasta luego.
Al realizar la llamada estaba casi seguro de que me diría que no, que no tenía tiempo y qué se yo...
Falta una hora y yo no paro de ir de una lado para otro de la casa, hasta que decido volver a mi habitación, vuelvo a reproducir la canción de Little Things, cojo la guitarra y vuelvo a cantarla, en cada nuevo intento noto que las letras de la canción salen fluidas, cada nuevo intento es mejor.
Había escuchado hoy por primera vez esa canción, y ahí estaba cantándola como si me la supiera desde siempre, la he cantado tantas veces hoy, que me la he aprendido.
Miro el reloj, falta media hora, ya es hora de irme...

-Hola.

Un ''hola puede demostrar fácilmente el estado de ánimo de uno. Depende de como lo digas puede dar a traslucir a los demás si estás triste, cansado, alegre... El ''hola'' de Sally daba a traslucir un cúmulo de sentimientos muy mezclados. Transmitía tanto tristeza como cansancio y una alegría totalmente falsa, acompañado con una sonrisa forzosa.
    -Hola, huumm... ¿Qué tal?
 -Bien, ¿qué era eso de lo que querías hablar conmigo?, no tengo mucho tiempo.
   -Más bien eeemm... te quería eemm... enseñar una cosa, -odio no poder decir una frase entera sin tartamudear.
Saco de la funda la guitarra, Sally me echa una mirada de exasperación, acompañada de unas palabras que me quitan toda la ilusión y las ganas que tenia de cantársela. Que iluso, ¿acaso me creía que le iba a gustar por esa canción?
    -Si quieres que escuche una canción que acabas de ensayar, olvídalo, como ya te dije no tengo tiempo. Si supiera que era por eso, créeme que no hubiera venido.
Me quedo cortado, vuelvo a enfundar mi guitarra y me doy media vuelta.
Mientras me repito una y otra vez "imbécil". Pero con la esperanza o la ilusión de que rectifique y me pida disculpas y que se la cante. Pero eso no sucede,